
Lunes, 28 de diciembre de 2020
- Empezamos con una canción:
DECLARACIÓN DE DOMICILIO (Eduardo Meana)
- Escuchamos la Palabra de Dios:
Lectura del evangelio según San Mateo (Mt 2, 13-18)
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».
- Oración (María Wine)
En algún lugar
tiene que haber un rayo de luz
que disipe las tinieblas del futuro,
una esperanza
que no se deje matar por el desencanto,
y una fe
que no pierda inmediatamente la fe en sí misma.
En algún lugar
tiene que haber un niño inocente
al que los demonios no han conquistado aún,
un frescor de vida
que no espire putrefacción,
y una felicidad
que no se base en las desgracias de los demás.
En algún lugar
tiene que haber un despertador de la sensatez
que avise el peligro de los juegos auto-aniquiladores,
una gravedad
que se atreva a tomarse en serio,
y una bondad
cuya raíz no sea simplemente maldad frenada.
En algún lugar
tiene que haber una belleza
que siga siendo belleza,
una conciencia pura
que no oculte un crimen apartado,
tiene que haber
un amor a la vida
que no hable con lengua equívoca,
y una libertad
que no se base en la opresión de los demás.
- En la última semana del año
Desde que al inicio de Adviento escuché que llamaban a mi puerta y Alguien quería cenar conmigo, todo ha sido oportunidad de encuentro.
Y así quiero que sea este año que comienzo.
Abre Tú todas mis puertas.
Dame el deseo y la fuerza para querer mantenerlas abiertas.
Habita mis dudas. Habita mis caminos. Habita mi cansancio.
Habita mis entradas y salidas. Habita mis días y mis noches.
Encuéntrate en todo conmigo, Señor Dios de la Vida.
Ven a mí cada día, cada momento, en cada situación, con cada persona.
Tu presencia en mi vida será mi oro, mi incienso y mi mirra.Cuanto recibo de Ti – también cuando me siento vacía- sea la ofrenda continua de mi vida.
- De las cartas de Calasanz
El Señor inspire lo que sea a mayor gloria suya
(Al P. Lucatelli, Génova, 4322-1645).

Comparte tu oración
Te animamos a que compartas tu petición y tu acción de gracias al Señor.
Iremos publicando las peticiones y acciones de gracias que recibamos un poco más abajo para que todos podamos orar con ellas. Y algunas, las volveremos a compartir en la eucaristía de la Comunidad Cristiana Escolapia (domingo a las 12:30 en la Iglesia Nuestra Señora de Aluche)
- Oraciones compartidas (recibidas del 28 de diciembre de 2020 al 3 de enero de 2021)
Señor, te pedimos por… - que cuides a los niños, a mis niños. Suyo es el futuro, permíteles tenerlo, vivirlo, hacerlo, a pesar de todos nuestros errores y egoísmos. (Ricardo)
- Abre todas mis puertas Señor, abrelas de par en par, que deje entrar tu vendaval que lo reordene todo. Que aprenda a descubrirte habitando en mi día a día. (Paloma)
- sencillez, para que sigamos acogiendo, cuidando y acompañando la vida que se nos regala. Para que podamos tener la mirada puesta en la tierra ya labrada y en la que está por cuidar, sabiéndonos parte de este mundo. (Elena)
- Por todos los que viven en el lado confiado, esperanzado y amoroso de la vida. Para que su luz, luz de Dios, brille en medio de la oscuridad de nuestro mundo. (Guille)
Señor, te damos gracias por… - por mis hijos. No habrá vida suficiente para darles todo mi amor, ni eternidad para agradecerte que me hayas regalado una vida en que ellos están. (Ricardo)
- Por tanta vida compartida en la distancia. Y en especial en este tiempo por la oportunidad de encontrarnos con las personas que queremos, aquellas que son sustento y alegría en nuestras vidas. (Paloma)
- por toda la vida que nos encontramos a cada paso. Por haber descubierto “tierra sagrada” repleta de vida y humanidad, para que siga siendo la luz y el horizonte en mi caminar. (Elena)
- Por la oportunidad de unirme cada lunes a mis hermanos y hermanas de la comunidad cristiana que formamos para permanecer en el lado orante de la vida. (Guille)