
Lunes, 30 de noviembre de 2020
- Empezamos con una canción:
CONTIGO, MARÍA (Athenas)
- Escuchamos la Palabra de Dios:
Lectura de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 14 – 2, 44-47)
Todos perseveraban unánimes en la oración con algunas mujeres, con María la madre de Jesús, y los hermanos de éste. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando.
- Oración y tiempo de reflexión:
La presencia de María es, sin lugar a dudas, un camino de luz que nos acerca a Jesús y al Padre. Su testimonio y su entrega, su confianza y su sencillez, su bondad y su espera, la convierten en la primera discípula.
«No hay nadie que —lo quiera o no— no encuentre abrigo bajo su manto. Pues si su Hijo ha tomado a todos por hermanas y hermanos, ella no puede dejar de ser madre para todos ellos. Y puesto que ella fue primero su madre corporal y espiritualmente, y él nunca se emancipó de ella, ante él no puede pasar en vano una palabra de ella en favor de sus hijos».
Hans Urs Von Balthasar
María, mujer peregrina en la fe, es guía y compañera. En este tiempo de Adviento, de esperar junto a ella, tenemos la oportunidad de descubrir su calma, su cuidado, confianza, su esperanza…
- De las cartas de Calasanz
Conviene que nosotros, haciendo nuestra obra por sólo amor de Dios, pongamos en Él nuestra esperanza (…) (21-8-1621)

Comparte tu oración
Te animamos a que compartas tu petición y tu acción de gracias al Señor.
Iremos publicando las peticiones y acciones de gracias que recibamos un poco más abajo para que todos podamos orar con ellas. Y algunas, las volveremos a compartir en la eucaristía de la Comunidad Cristiana Escolapia (domingo a las 12:30 en la Iglesia Nuestra Señora de Aluche)
- Oraciones compartidas (recibidas del 30 de noviembre al 6 de diciembre de 2020)
Señor, te pedimos por… - Sencillez, humildad, escucha, confianza, disponibilidad… Concédenos, Señor, parecernos a María. (Guille)
- por vivir este tiempo de Adviento desde la sencillez de María, también desde su espera confiada y su constancia en la fe. Pido al Señor tener el corazón abierto para caminar, crecer y cuidar este tiempo desde la oración y el encuentro con Él. (Elena)
- que en este tiempo de Adviento, me abra el corazón a escuchar a quien me necesita, como María hizo en su espera. Que no me olvide de su ejemplo, de su fe, de su confianza. (Ricardo)
- Por todas las madres, por aquellas que aún nos tocan con sus tiernas manos y por las que nos miran desde el cielo con esos ojos que siempre daban paz y confianza. Para que seamos capaces de transmitirles nuestro amor y agradecimiento más sincero por su dedicación a lo largo de sus vidas. (Familia Bueno Martín)
- Porque me ayude en este tiempo de adviento a prepararme y estar en vela para su llegada. Quiero decirle SI al Señor con humildad de corazón y con perseverancia. Que María también interceda por mí. (Cristina)
- Hoy te quiero pedir señor , que me ayudes a ser como fue María . Ayúdame a tener paciencia , a saber esperar, y sobre todo a tener esperanza, de que las cosas empezarán a mejorar. (Marta Z.)
Señor, te damos gracias por… - Por el amor a María que Calasanz nos dejó como herencia a todos los escolapios, religiosos y laicos. (Guille)
- por esa experiencia de «amor de Madre», por haber sentido ese abrazo bajo el manto del cuidado, de la escucha y de la acogida. Doy gracias también por haber encontrado y experimentado esa entrega del amor como un espacio de misi´´on, como un espacio sincero de vocación. (Elena)
- por mi madre, que vivió con devoción a María desde niña, hasta que poco a poco, se fue olvidando de toda su vida. Será por eso que al final lo único que le quedaba era el amor. (Ricardo)
- Por la salud de nuestros hijos y en el caso de enfermedad por la fuerza y el coraje que nos haces brotar para su cuidado. Porque nunca nos abandonas a pesar de nuestros titubeos, miedos y desánimo. (Familia Bueno Martín)
- Por amarme tal y como soy. Por darme el regalo de la vida y la de mi familia. Gracias Señor!! (Cristina)
- Gracias señor por las cosas buenas que tengo , mi familia , y por tenerte a ti , que me ayudas a ser mejor cada día. Gracias por estar aquí , siento que no me sueltas, que no me dejas. Gracias. (Marta Z.)